Salí de longchamps a las 9 am. y enfilé para Brandesen. No paré en Domselaar porque ya me lo tengo rejunado. Hacía mucho tiempo que tenía ganas de ir hasta Loma Verde, ciudad que te llena de intriga cada vez que vas para la laguna de Monte. Bueno, esta vez entré y me di el gusto. Aparte tenía un poco de frío y aproveche pa´ calentarme un poco. El pueblo es bonito, muy chiquito y bastante pobre, aunque no deja de tener esa cosa de pueblito del interior, y a tan solo unos 60 o 70 kilometros de la capital. Después de Loma Verde enfilé para Udaondo, y para sacarme las ganas recorrí sus pocas calles de tierra. Un lugar demasiado tranqui y olvidado por la mano de Deutz.
A eso de las doce llegué a Monte y di una vuelta a la laguna. Pasando el hotel, unos giles estaban con esas motos de agua y me detuve un rato para mirar. En eso me suena el celular y cuando estoy contestando el mensaje siento que me golpean la moto. Cuando miro, veo que el gilastrúm de la moto de agua, vestido como batman, abrió la puerta de su imponente BMW, y me golpeó el caño de escape de la strom. !!Ni siquiera disculpas me pidio el cornudo¡¡¡
Soretes, seguro que ese está con el campo, la carrió, mendez, los saa y barrionuevo.
Todos una manga de giles, pero con plata y que deciden sobre nuestro futuro.
Bueno, pero la vida sigue asi es que dejé Monte y agarré la ruta 3 para Cañuelas. La otra cosa agradable de la tarde fue haber entrado en Abbot, pueblito que se encuentra por la 3 camino a Cañuelas. Hermoso, paradisíaco y muy tranquilo. Como para ir los fines de semana.
Ocho manzanas, una estación ferroviaria y un gran laboratorio de cosméticos (creo).
No me quería ir. Es más: casi me quedo, pero después la razón hizo que volviera a la locura y emprendí el regreso pa´ casa.
Bueno, nada eso fue todo, a las cinco de la tarde ya había vuelto. Lavé la moto y me puse a hacer unas cositas en casa.
La próxima vez que macanee en el blog va a ser por algo más importante, lo prometo.
