Junto a Ernesto Marske y su Suzuki, Roberto
y su vieja Kawa 650, y mi inseparable compañera de vida, arrancamos el 18 d
marzo a las 6 am. desde Longchamps y nos propusimos llegar a Colonia Dora, en
Santiago de Estero. Eran los primeros 850 kms. Y había que sacádselos de encima
lo más rápido posible, y así fue: llegamos de noche, muy cansados y con muchas
ganas de hospedarnos, bañarnos y salir. La comilona no la cuento porque no
sería digna de un aventurero como el que escribe.
Por la Mañanita, bien tempranito, salimos para Tucumán:
una escala obligada de cualquier cristiano que se crea patriota. Antes de la
cinco estábamos con las motos en la plaza Independencia y buscando hospedaje.
Fuimos a la noche (es una cosa) y después fuimos a la mañana siguiente (es otra
cosa): Si, hablo de la Casa
de Tucumán. Cuando uno entra el pecho parece cerrarse y la emoción invade todo
el cuerpo: es que allí nació la
Patria, simple, lisa y llanamente es la cuna de nuestra
Patria, que más decir.
A la mañana siguiente dejamos el Jardín de la República y sorteando algunos
pequeños inconvenientes no calculados llegamos a salta promediando las seis de
la tarde. El paisaje en la entrada a la cuidad es realmente bello e imponente.
Recién cuando uno llega a esta capital norteña comprende por qué le dicen “La
linda”. Sus plazas en un perfecto y pulcro estado de conservación; su gente
calma y apaciguada transita las calles
como en el Longchamps de hace unos cuantos años atrás. En fin, dan ganas
de vivir allá. Pudimos visitar los monumentos (el de Guemes es el más lindo), fuimos la catedral y subimos al funicular que es una
travesía inolvidable.
Ya entrando en el cuarto día de viaje,
encaramos a Jujuy pero no lo hicimos por la ruta que van los ómnibus y los
camiones. No no, fuimos por el viejo camino de cornisa (ruta 9), de unos 4 mts.
De ancho y bastante menos en algunas curvas lo que no permite el paso de dos
vehículos a la vez. No se puede explicar el sentimiento de vértigo al recorrer
esos senderos a casi 3000 mts de altura. Es que el infinito esta en el borde de
la cubierta, la pucha que lo tiró!!
El recorrido no sobrepasa los 70 kms, pero el constante zigzagueo con subidas y
bajadas, las incontables paradas para observar el paisaje y la baja velocidad
preventiva hace que se haya tardado poco más de tres horas para llegar a Jujuy.
Desde la capital jujeña hacia el norte el viaje
se convierte en los mas bonito y no alcanzan solo dos ojos para apareciar lo
derrochona que fue la naturaleza con nuestro norte Argentino.